UNA CLAVE FUNDAMENTAL PARA TOMAR BUENAS DECISIONES
Hoy somos la suma de todas nuestras decisiones. Y esa sumatoria ha definido quienes hemos llegado a ser. Nuestra carrera fue una decisión, de ahí vinieron amigos que en otra profesión no hubiésemos tenido. Con quien nos casamos determinó una gran parte de nuestra vida hasta hoy, donde trabajamos también. En fin, somos el resultado de muchas decisiones. Si algo practicamos en la vida es tomar decisiones. Desde que nos levantamos ya estamos tomando decisiones, ¿qué desayuno? o bien si desayuno o no. Y luego durante todo el día pasamos tomando decisiones.
Pero hay decisiones trascendentales que no tendrán un mínimo impacto como si desayuno o no, el impacto de tales decisiones modificará gran parte de la vida nuestra y de los que nos rodean, empezando por nuestra familia.
Una clave que me ha ayudado a aconsejar a otros para que tomen decisiones pudiera llamarla “pintando el cuadro grande”. Es así: vienen y me cuentan la decisión que piensan tomar. Escucho “el cuadro que han pintado”. Entonces les digo que yo tengo otro cuadro y se los pinto. Los protagonistas son los mismos, pero los papeles son diferentes. El cuadro que yo les pinto es mucho más grande que el de ellos. Las decisiones que toman están basadas en los pensamientos que previamente han tenido, y con esos pensamientos “han creado su propio mundo”, ese es su cuadro. Yo les pinto otro mundo, usando lenguaje de ciencia ficción, “un mundo paralelo”, pero superior, más grande, más hermoso, más desafiante, más productivo. Porque cuando vamos a dar un paso nunca debe ser un peldaño abajo, siempre debe ser un peldaño arriba. El cuadro que ellos me pintaron y que usan como base para tomar decisiones es como “el peldaño abajo”. El cuadro que yo les pinto es “el peldaño arriba”.
Algunas veces el cuadro de ellos es destruido, otras veces cabe dentro del grande y mejor, y de ahí en adelante se toman las decisiones.
Un ejemplo personal. ¿Aceptaba una beca para mi que incluía a mi esposa en USA para terminar mi carrera de Ingeniería Química y una oferta de trabajo con la NASA, o me quedaba aquí en Costa Rica y aceptaba el llamado de Dios para ser pastor de una iglesia que yo mismo tenía que levantar de cero? Yo pinté mi cuadro y tomé la decisión. El cuadro de quedarme era tan grande que fue fácil tomar la decisión. Al principio los desafíos eran igualmente grandes, pero con el tiempo los resultados superarían a los del primer cuadro. Gracias a Dios que supe pintar bien el cuadro grande. Lastimosamente muchos toman decisiones basados en el cuadro pequeño pintado por las pinceladas de sus pequeños pensamientos en su pequeño mundo.
Pinta a lo grande.