LA RAZÓN NÚMERO UNO PARA HABLAR MAL DE LOS DEMÁS
Hay muchas razones para hablar mal de los demás. Si una persona es auto-suficiente y pedante, esa es una de la mejores razones. Otra buena es cuando el que nos caía mal sufre algún fracaso notorio, ahh esa es como para no perder la oportunidad para hablar mal y que los demás vean que no era tan genial como creían. Y por supuesto está la clásica, hablar mal de alguien porque es claro y de dominio público que actúa de mala manera, y sus hechos lo delatan. Ahhhh… y no dejemos por fuera la razón maliciosa: hablar mal por el solo deseo de dejar en mal a otro delante de los demás.
En fin, hay mil y una razón para hablar mal de alguien. ¿Pero cuál es la razón número uno para hablar mal de los demás?
Una mujer que solicitó una cita en mi oficina me contó que estuvo en una serie de reuniones con un expositor muy reconocido. Y producto de esas reuniones se dijo a si misma: “este hombre no es lo que yo pensaba”. Lo que pasó es que esta mujer estuvo cerca de aquel expositor, lo oyó por si misma, lo vio por si misma, lo “peso” por si misma, y finalmente concluyo que su manera de apreciarlo había cambiado ahora que lo conocía.
¿Le ha pasado eso alguna vez? Que tiene un concepto de una persona y una vez que le trata o conoce de alguna manera, cambia tanto su concepto de esa persona, que hasta le confiesa su cambio, y en algunos casos hasta le pedió perdón por andar murmurando.
La razón número uno para hablar mal de los demás es esa: no conocer en verdad a la persona de la que habla mal. Como norma te aconsejo que no hables mal de nadie. Al final, cada uno recogerá lo que sembró. Pero de todas formas si te sientes tentado a hablar mal de alguien, haz este ejercicio: acércate, conócelo, escúchalo, y si quieres ir más allá, busca hablar con esa persona. No asumas como verdad lo que otros dicen. Corrobóralo por ti mismo. En la mayoría de los casos, te aseguro que hablabas mal porque no le conocías.
Finalmente, se considerado contigo mismo, porque la lista de todas las razones de porqué hablas mal de otro, es la misma por la que hablan mal de ti. Incluida la razón número uno: que no te conocen de verdad.