He estado varias veces en un simulador. Es un aparato en el que entras, algo parecido a un vehículo totalmente cerrado con varios asientos para los que experimentarán la simulación. Una vez lo hice con un vuelo estilo “Star Trek”, y otra con una viaje especial de la NASA. Fue impresionante, parecía de verdad, pero era mentira. Parecía verdad pero era mentira, era una verdadera mentira. Era verdad la experiencia, pero era mentira en el fondo todo lo que pasaba.
De la misma manera que existen aparatos simuladores, hay gente “simuladora”.

1. Los “simuladores”…
lo primero que intentan es disimular la verdad proyectando una verdadera mentira. Por ejemplo, un esposo le dice a una esposa que la ama, pero disimula que la rechaza proyectando un cariño de mentira. Las caricias de cariño están ahí, le acarició el cabello de verdad, le pasó su dedos por entre sus cabellos, ella lo sintió, pero esa experiencia verdadera era un disimulo de la verdadera mentira: no la ama, pero parece que si.
2. Los “simuladores”…
usan mucho la expresión “yo no fui”. Por ejemplo, estás con varias personas, se te sale un gas que no pudiste contener, el olor se expande, los demás lo huelen, nadie disimula, pero tu simulas que no fuiste, y dices: “alguien está podrido”, pero ese alguien eres tu. Así que los “simuladores” son expertos mentirosos.
3. Los “simuladores”…
nunca llegarán a ningún lugar. Cuando terminó mi viaje sideral, abrieron la puerta y el aparato estaba más adherido al piso que una roca, nunca despegó, nunca voló, nunca hubo un viaje, ni un aterrizaje. Siempre estuvo en el mismo lugar. Igual le pasa a los simuladores, nunca llegarán de verdad a lo que pretenden con su simulación.
4. Los “simuladores”…
son presa fácil de las depresiones, porque saben que al terminar el día, o despedirse de ti, la realidad los envuelve, y eso es una carga muy pesada, que día tras día tienen que llevar.
5. Los “simuladores”…
son como vendedores fraudulentos, te ofrecen un producto que en verdad es una mentira. Y todos alguna vez ya fuimos o seremos sus víctimas. Por ejemplo, te cuentan una historia terrible que les está pasando, y que necesitan un dinero urgente, y tu tomas el dinero de varios pagos que debes hacer, y se lo das.
6. Los “simuladores”…
son expertos cuenta cuentos. Tienen una habilidad para decir las cosas de tal forma que parece que es verdad pero es mentira. Y tienen una forma de contarte sus historias que si no te cuidas terminas sintiéndote culpable si no les ayudas.
7. Los “simuladores”…
son como los ilusionistas, porque parece que algo es real, pero es solo efectos especiales. Prácticamente cualquier cosa se puede simular, aun la fe. Por eso la Biblia dice que debemos tener una “fe no fingida”. Es decir, parece que creen en lo que dice la Biblia, pero practican otras cosas. Dicen que aman a Dios, pero con los hechos lo niegan. Te dicen que te aman a ti, pero por detrás te denigran. Ahhh, ¿y qué de aquellos que son una cosa en la casa y otra en la reunión de la iglesia?
No hay forma más descansada de vivir que ser uno mismo tanto cuando está frente a una persona como cuando ya no lo está. Comienza a ser de una sola cara siempre. Si algo te desagrada de alguien díselo con respeto buscando aportar para su vida, pero no simules que te cae bien cuando en verdad te cae mal. Arregla eso, y vive en paz.